Oh Santiago, hermano de San Juan, dorado astro, dueño y cabeza refulgente de España. Predicador del evangelio en nuestra patria. Castiga la malicia de nuestros siniestros enemigos. Oh digno y santo apóstol, sé nuestro protector y natural patrono, líbranos de la pestilencia que nos aflige, de los enemigos de la Iglesia, de los políticos saqueadores. Concede la lluvia a Cistierna para que corra por las calles y limpie las calzadas, termine la sequía, se llenen los aljibes y cesen los interdictos y prohibiciones. Sé nuestra salud, aléjanos de la enfermedad, de las heridas y de todo mal. Acompaña favorable a nuestro rey Felipe VI, para que con tu auxilio o buen pastor España sea libre de la alfatena, de las taifas separatistas, peste y miseria.
Santiago, astro refulgente de España y de las naciones hermanas de América.