La figura de Domingo López Alonso sobredimensiona el tema que iniciamos hace más de un año acerca de las empresas y empresarios mineros satélites a la gran empresa de Hulleras de Sabero y Anexas. Comenzábamos entonces a relatar la historia de la empresa minera Hulleras de Cistierna y Argovejo fundada por franceses procedentes de Lille, Norte de Francia, ya en la frontera Belga, vimos sus logros y el abandono de todas las infraestructuras al comienzo de la primera gran guerra europea. Esa empresa abandonada, es inmediatamente tomada por empresarios mineros minoristas como: Esteban Corral, Tiburcio Vallinas, Gabriel el Carrero y finalmente Hulleras del Esla cuyo propietario fue don Joaquín Molins. En la siguiente cita en el Museo de la Siderurgia, aparecía la figura de Esteban Corral como destacado entre aquel grupo y con gran influencia política en el Ayuntamiento de Cistierna, del cual entonces formaba parte todo el Valle de Sabero. Asistíamos en su tiempo (1927) a segregación de casi toda la cuenca minera del ayuntamiento cisterniego para instaurar el nuevo ayuntamiento de Sabero. Nos parece meridianamente claro que detrás de todo el asunto, los hilos de la trama eran movidos por la misma empresa deseosa de liberarse de Cistierna y controlar desde Sabero la mayor parte de la cuenca minera. Luego vendrían Miranda, Crender, Victor Diez Garmón etc. A diferencia de los anteriores, Domingo López dará un salto cualitativo y cuantitativo, propiciado por la capitalización de sus ganancias mineras hacia el mundo de las finanzas y la gran empresa. Por lo tanto estamos ante una de las figuras más relevantes de esta saga de emprendedores que hizo de Cistierna y Sabero su trampolín hacia el mundo de los negocios ajenos a la minería. Desde la humildad de sus orígenes bercianos (Lumeras-Candin) y con las únicas armas del esfuerzo e inteligencia, Domingo López llegó a crear un emporio económico de empresas mineras, pesqueras, construcción, cinegéticas y de transportes. Un hijo de su tiempo, en una España recién salida de la guerra civil donde todo, absolutamente todo estaba por hacer y, donde las influencias, amistades, fobias y filias políticas se tenían muy en cuenta. En este ambiente de la España de la posguerra, es en el cual Domingo López cayó de pie desde el primer momento. Y es en Cistierna donde dieron comienzo sus actividades mineras como productor. Una expansión minera que desde 1951 hasta los años setenta le convirtieron en el mayor productor individual de carbón y, el número 12 entre todas las empresas mineras del país, contando con más de 300.000 toneladas de producción al año y 1200 trabajadores. Su llegada a la villa es un tanto accidental. Pasaba con cinco camiones cargados de madera para entivar en las minas de la zona de Guardo. Estamos en enero de 1940. En Sahagún el convoy se pierde y termina en Cistierna. La mala o buena suerte quiso que cayera una gran nevada que aisló todo el piedemonte de la cantábrica. Se instaló en el Hotel Moderno cuyos propietarios eran Inocencio Recio y Mercedes Sagüillo con ellos y sus sobrinos Emma y Siro establece una relación que el mismo califica de familiar. En las tertulias nocturnas del Moderno conoce a lo más granado de la sociedad cisterniega: Don Emilio Brum gerente de Hulleras del Esla; Don Joaquín Molíns propietario de las minas de Comarco, Argovejo y Ocejo; Lasso; Don Ezequiel Echevarría, médico en la villa; Don Felix Montañés, empresario; Don Tiburcio Vallinas, farmacéutico y empresario minero; Don Gabriel, carrero y empresario minero; Miranda y Don Esteban Corral empresarios mineros. Unos y otros le informan de las posibilidades de la comarca en la cual el creyó siempre hasta el final. Su relación con los cisterniegos fue tan intensa que a su boda en Bilbao el tren de la Robla tuvo que añadir en Cistierna 3 vagones de primera. Sus minas en la zona de Sabero fueron: Eglantine, Gonzalo, Mariaté I y II; en VenerosHulleras del Oeste; en la Magadalena la Mina Encarnación y, en Fabero el grupo Plus ultra. De Cistierna da el salto a Léon donde es concejal desde 1955 hasta 1961. En la etapa leonesa compra el Banco de Medina a Fernando de Prado Colón y Carvajal, y cambia su nombre por el de Banco de Valladolid, inmediatamente dará el salto a Madrid; el Banco de Valladolid se convertirá con el tiempo en uno de los principales quebraderos de cabeza para Domingo. A partir de 1978 perseguido con saña por Mariano Rubio y Ángel Rojo, nuestro empresario es prácticamente despojado de todas sus propiedades. Con una fuerza inusitada y, a una edad muy avanzada, emprende una épica lucha judicial con el fin de recuperar su patrimonio, lucha que llega hasta principios del siglo XXI.
Destacamos en Domingo López la fidelidad a sus orígenes y a sus paisanos leoneses del Bierzo, de Cistierna, de Sabero, de Aleje; también su fortaleza y espíritu de lucha en las peores circunstancias económicas que hubiese imaginado. Perseveró en esos aciagos tiempos en el amor a su familia y en especial a su esposa María Teresa a la que asistió hasta sus últimos momentos. Por los muchos favores repartidos en esta montaña, ahora tan abatida, a causa de las políticas de ese Atila que tenemos por ministro del ramo, la cuenca Cistierna-Sabero le estará siempre agradecida.
Siro Sanz García
Boda de Domingo López con María Teresa en Bilbao. Distinguimos entre los invitados a unos cuantos de Cistierna. Doña Emma Sanz Sagüillo y Don Bernardino Sagüillo del Moderno, Don Ezquiel Echevarría médico de la Villa, Don Antonio Lasso y su madre Doña Consuelo y más..., abajo a la derecha, con bastón y sombrero el padre de Don Domingo López (Foto: Familia Siro Sanz)
A la derecha con el sombrero en la mano, Domingo López el día de su boda acompañado de Don Bernardino Sagüillo y Don Ezquiel Echevarria de Cistierna. (Foto: Familia Siro Sanz)
El Marbel recién salido de los astilleros de Bilbao, uno de los barcos factoria perteneciente a la flota de Domingo López (Foto del libro "ATRACO" de Domingo López)
Tolva de la mina Mariate en Alejico (Sabero). (Foto: Siro Sanz)
Casa de Domingo López en Cistierna año 1943, aquí vivieron de recien casados Domingo López y su esposa María Teresa hasta su traslado a León en 1949. Uno de sus bajos el de la derecha se hizo exprofeso para el Banco Central y el de la izquierda para las oficinas del empresario minero. (Foto: Siro Sanz)
Mina de Veneros, Hulleras del Oeste, restos de las instalaciones de carga de la línea de cable aéreo con baldes que trasladaban el carbón hasta la población de la Losilla situada a ocho kilómetros. (Foto: Siro Sanz)