LA ERCINA : LA PEÑA EL CASTRO, LA ERMITA DE SAN JORGE Y EL PASO DE LA GOBIA EN SOBREPEÑA
(Artículo publicado en la Revista: Peña el castro de la Ercina)
(Artículo publicado en la Revista: Peña el castro de la Ercina)
Siro Sanz García
Al Norte de la Ercina, sale un camino que se dirige a un paso estrecho denominado la Hoz, al salir del angosto pasaje lo primero que se divisa es la masa caliza de la Peña el Castro que, se tiende y eleva gradualmente de Oeste a Este. Se conoce con el nombre de Los Campos, a la pradería que rodea la Peña el Castro por el Sur y el Oeste. La zona Oeste, presenta numerosos huertos tapiados previsiblemente con piedras acarreadas de los derrumbes de la muralla que en tiempos remotos resguardaba a los moradores y sus ganados dentro del castro. Desde los campos arranca un camino que a tramos presenta empedrado y cortes en la roca. Este camino circunvala todo el recinto castreño y se dirige hasta la ermita de San Jorge situada al Norte del Castro. El cordal situado al Norte recibe el nombre de “La Mata la Cinta”, divisoria de la Ercina con el valle de Colle. La ermita de San Jorge preside todo el conjunto, se sitúa justo en medio de la Mata de la Cinta. San Jorge ubicado en lugar tan estratégico solo puede obedecer al impulso romano. Es muy difícil que un poblado se estableciese en la cresta de un cordal expuesto a todos los vientos. El culto a Júpiter durante la campaña y después de ella seguro que enraizó en este lugar. La evolución del nombre sería la siguiente: Jove, ablativo locativo (el lugar de Júpiter) daría Joge y por etimología popular pasaría a Jorge (santo guerrero). En el fondo de la vaguada entre el Castro y la ermita de San Jorge se sitúa el Castiellocercado de muro y próximo a una laguna artificial donde al parecer se ha buscado agua.
El recinto castreño presenta dos cinturones de muralla claros y a la vista, entre ellas tres espacios bien definidos. La anchura de la muralla oscila entre 2,30m y 2,70m. El primer recinto, en la parte inferior, tiene una extensión de 1,22 ha con un gran derrumbe hacia el oeste. Se observan aquí y allá grandes huecos practicados por expoliadores ocasionales. El segundo recinto también cercado por muro se sitúa a unos 50 metros por encima del primero, tiene unos 4500 metros cuadrados. El tercer recinto culmina el castro con unos 6085 metros cuadrados. La parte alta del castro parece la más arcaica y el recinto inferior muestra indicios de haber sido reutilizado en época Alto Medieval. La muralla es similar a los restos que observamos en los castrillines del complejo de Aguilar emplazado entre Cistierna y Sabero, sobre todo en cuanto a su grosor unos 2,30m. Presenta la muralla dos paramentos: interior y exterior, construidos con piedras bien careadas, el espacio entre los dos paramentos se rellena con piedras más pequeñas y ripio. Por el Norte y Sur, el castro es defendido por grandes farallones calizos. No se observa rastro de fosos, a no ser, que se hayan visto colmatados por el derrumbe de los muros, de existir estarían en el primer recinto el más cercano al fondo del valle. Como en Aradillos la muralla está completamente arrasada “Castrum Tamen captum deruit est”. El camino y corte de la Gobia frente a Sobrepeña no deja de impresionarnos, incluso después de haber visto otros muchos en la montaña en: Argovejo, Prioro, Villayandre. Posiblemente este corte y otro que existe en las cercanías en dirección a la Devesa, son los que dieron el nombre a la Acisa. El término tampoco es extraño en otros lugres del imperio romano (castra intercisa, intorcisa) que deriva del verbo latino "intercido" separar por corte. Nombre interesante “Paso de la Gobia” que nos remonta como poco a la Edad Media. Puede venir de Escobio, radical de agua Is-apa (aqua apa) daría Is- Cobio que pierde la -S-, quedando Cobia-Gobia. Al otro lado de la Gobia se encuentra el Valle de las Arrimadas, otro hidrónimo derivado de Ara- mada, donde Ara pasa a Ari-Mada y, en la documentación Medieval Rimada (Loco certo inrimada). Otra explicación para la Gobia lo puede relacionar con la conquista Romana. Así lo podemos derivar de Copia Copiarum (ejército, tropas, fuerzas), Copia daría Gobia.
Lo monumental del corte por el que pasa el camino excede a las posibilidades de la comarca en el pasado y la similitud a otros observados en la Montaña Oriental (La Velilla de Valdoré, Ventaniello en Villayandre, Las Conjas en las cercanías de Prioro, Las Salas) nos remite sin duda a una mano superior y remotísima que no puede ser otra que la romana. Desde luego la documentación Medieval lo da como existente en el siglo X-XI. Existe un documento del Monasterio de Santa María de Otero de las Dueñas que nos reafirma en esta conclusión “terra in terredurio in Lorma, loco predicto ad illa aura de Uellio, pero cunctis terminos suis: per termino de Sendino, et per termino de carraria qui discurre de Accsisa Maiore et afiie in carraria qui vadit Super Penna...”
El serrón rocoso que arranca de la Ercina y separa el territorio de Llorma de las Arrimadas, tiene dos pasos practicados: uno el de la Gobia frente a Sobrepaña y otro más abajo en dirección a la Devesa. El paso de la Gobia es el más notable y el que se nombra en este documento: Accisa Maiore(corte mayor) junto con la Carraria (camino) que baja hasta el Camino Real que entronca con la Acisa al Sur y por el Norte iba a Sobrepeña (afiie in carraria qui vadit Super Penna).
Tras pasar la Hoz se divisa la Peña el Castro. (Foto Siro)
Camino empedrado a la Peña el Castro. (Foto Siro)
Recinto inferior del castro. (Foto Siro)
Cara Norte del Castro. (Foto Siro)
Paramento exterior de la muralla
Ruinas de la ermita de San Jorge en la Mata la Cinta que separa Valdellorma de Colle. (Foto Siro)
Sobrepeña, enfrente, el serrón rocoso que separa de Las Arrimadas y le da nombre al pueblo. En ese serrón , frente a la población, se encuentra el paso de la Gobia. (Foto Siro)
La Gobia. (Foto Siro)