La Revista Montaña de Riaño nacía hace 22 años en un momento de trasformación trágica de nuestra tierra, derivado de los procesos de emigración y del malhadado pantano de Remolina
El 26 de agosto mientras el efímero fasto de la vuelta ciclista recorría de norte a sur las montañas de Vadinia, en Acebedo, pequeño ayuntamiento de Valdeburón, tras unánime decisión de toda la corporación con su Alcalde D. Isidoro Diez Valdeón a la cabeza, se concedía a la Revista Montaña de Riaño la insignia honorífica municipal.
Reconocía así la antigua y noble villa de Acebedo, la altruista labor realizada por la Revista Comarcal durante 22 años en el ámbito de la cultura y etnografía de la tierra de Riaño. Un acto decidido hace dos años pero que la pandemia coronavírica no permitió celebrar en su momento. Asistían al acto 6 miembros de los 15 que sacan adelante dicha publicación.
Sorprendía al Sr. Alcalde que ante lo banal de los tiempos que vivimos, ninguna institución hubiese reconocido antes la generosa y encomiable labor de los editores y colaboradores de la acreditada publicación en orden a la conservación de nuestro denso patrimonio cultural.
Era la primera vez que Acebedo hacía este homenaje a personas no nacidas en el Ayuntamiento. Según lo expresado por el Sr. Alcalde: «toda persona que dedica un tiempo de su vida y comparte sus dones y aptitudes con las gentes de su tierra merece ser honrada por su paisanos». Destacaba sobre todos la figura de D. Miguel Valladares, editor, fundador, pionero de la revista: «una de las personas que atesora el conocimiento más amplio, global y completo del territorio de Acebedo». Fruto de ese conocimiento que solo llega después de arduo trabajo, gratis et amore, son las memorias detalladas del Castro de la Corona de Acebedo y del fenómeno dolménico de Valdeburón. Temas todos ellos en los cuales la Universidad de León ni está ni se la espera.
La Revista Montaña de Riaño nacía hace 22 años en un momento de trasformación trágica de nuestra tierra, derivado de los procesos de emigración y del malhadado pantano de Remolina. Ante ese trágico final de nuestra historia, tradición y costumbres, los valientes editores de la publicación, arrostrando dificultades enormes y sin ayuda institucional, han conseguido consolidar una revista que actualmente se erige como archivo y reservorio de la cultura y tradiciones de nuestros antepasados, registro catastral de hechos y acontecimientos fijados en el papel para las generaciones futuras.
No satisfechos con aquél presente y realidad de finales de los noventa, principio del tercer milenio, decidieron transformarlo y crear algo para el futuro, esa creación ha sido la REVISTA MONTAÑA DE RIAÑO. Una revista abierta a todos los valles de la comarca, nada dogmática ni sectaria, con vocación de recordar y reintegrar muchas de nuestras tradiciones, olvidadas o en estado de total abandono. Un fenómeno editorial único en el ámbito de la Cordillera Cantábrica.
Terminó el acto de pulcro y estricto ceremonial, (deberían tomar nota de Acebedo, otros ayuntamientos montañeses en cuanto a etiqueta y ceremonia) con la generosa oferta de ayuda institucional de la máxima autoridad de Acebedo y con la tradicional Robla en el restaurante Gure Choco de Burón, muy recomendable para todas aquellas personas que se acerquen a visitar nuestros hermosos paisajes y patrimonio cultural. Acebedo no les defraudará, que nadie deje de visitar la iglesia de S. Nicolás allí se conserva uno de los retablos renacentistas más importantes de toda la montaña, de maestría y estilo semejante al del altar mayor de la Catedral de León, atribuido a Nicolás Francés.
Junto a la iglesia se pueden observar los vetustos restos de la torre de Acebedo y el aún potente foso que lo circunvala; que no se pierdan la visita a la Corona o castro de Acebedo, al crómlech de prao Escobio, ni el paseo desde la Uña hasta el menhir de Valdosín. En un futuro próximo según promesa del Sr. Alcalde se armará una preciosa ruta turística que tendrá como materia prima el remoto pasado de Acebedo.