Nin Carmen Pernas en la conferencia impartida magistralmente en Cistierna el pasado día 19 siguió desentrañando los secretos de un texto enigmáticamente encriptado, escrito en arcilla. La diosa Inanna aconsejó a Enmerkart que tomase un mensajero fiable y de palabra verdadera. Enmerkart deseaba las riquezas de Aratta: oro; plata; lapislázuli. El rey habla con el mensajero y le da instrucciones para amenazar a la ciudad de Aratta. El mensajero habla por el rey y dice: “Aratta serás maldecida por Enki, Inanna te destruirá, causaré tu devastación y te robaré el oro y la plata”. La Edad de Oro descrita por Hesiodo, recogida más tarde por Ovidio que resalta que la justicia y la paz reinaban en ese periodo ya está pergeñada en el texto del encantamiento o hechizo encargado por Enmerkart para entonar en los santuarios de Aratta: “en esos días, no había serpiente, no había escorpión/ no había hiena, no había león/ no había perro ni lobo/ no había miedo ni terror/ el hombre no tenía enemigo”. En la línea 155 del encantamiento se lee: Eme nam lú7 as i me ám: “la lengua de la humanidad era única”. Es éste un verso interesantísimo que confirma su influencia y paralelismo con la Biblia ya que tiene un gran parecido con el texto del capítulo 11 del Génesis, un relato que presenta crudamente la soberbia de los hombres que hablan la misma lengua y que Dios confundirá. Sin duda Carmen Pernas, con su eficaz, sistemático e inteligente trabajo proyecta bastante luz sobre un texto de gran dificultad, entrando a formar parte del escaso pero selecto grupo de orientalistas que lo han estudiado: Kramer; Mittemayor; Jay Crisostomo.
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